SALTO, Abril 09 (www.SaltoCiudad.com.ar) Tristeza, desconsuelo, bronca e impotencia pueden ser algunas de las sensaciones que la familia de Rubén Ramírez debe sentir tras ocho meses de su asesinato y que el mismo no haya sido esclarecido en su totalidad.
Si bien el tiempo pasa y muy rápido, muchos son los interrogantes que no se develan para sus familiares. Pero en estos días algo pasó. Algo que cambia o al menos altera el orden de los factores a la hora de ver las cosas de aquí en más, aunque sea por un tiempo.
El mismísimo Papa Francisco le envió una carta de aliento y esperanza a Liliana, mamá de del nene asesinado en manos de jóvenes que, aun hoy, no se sabe por qué cometieron el crimen ni qué pasará con ellos.
Cabe destacar que la misma fue en respuesta a una nota enviada por María del Carmen Colella, docente del joven, quien desde ese momento se mantiene muy cercana a Liliana y sus allegados.
Lo cierto es que las sensaciones son muchas y si bien nadie puede afirmar q con esto se irá el dolor, sí se puede pensar en que con la bendición del Papa esta gente se sentirá al menos por un tiempo más acompañada. Todo suma a la hora de estar con quienes más lo necesitan y estas actitudes gratifican y mucho. (www.SaltoCiudad.com.ar)