Si bien al principio, y dándole un poco de crédito al nuevo gobierno municipal, los vecinos “esperaban” ansiosos los cambios del nuevo Ejecutivo municipal, con el correr de los meses, la cosa fue empeorando y el transitar por Chascomús es una tarea nada sencilla.

Desde que asumió la actual gestión, embanderados en ser “los salvadores del pueblo”, los reclamos de los vecinos, por el estado de las calles, ha ido in crescendo por el cada vez más calamitoso estado de varias arterias propiamente dicho.

Y no solo hablamos de los barrios en que tienen sus calles de tierra y con un par de gotas se vuelven intransitables. A esto sumamos a los oriundos del barrio Los Sauces (ex Aliva) que cada vez que salen de sus casas deben sortear un camino poco menos que dinamitado.

Ni hablar de los caminos rurales, que incluso casi como una demostración de que no es chiste, el viernes se cambiaron las mesas de las elecciones en las que debían votar los que habitan en esa zona y se trasladaron a escuelas de la ciudad.

Suena como una “gastada” sacamos las mesas de la zona rural, donde votan en su mayoría vecinos de lugares cercanos, que por supuesto transitan todos los días por esos caminos, y sin ser un erudito  uno se pregunta ¿para esa gente es más fácil votar en escuelas de la ciudad?, o sea, viven en zona rural y para llegar a la ciudad deben acercarse a la misma por los caminos rurales, una contradicción por donde se la mire.

A todo esto y en un compás de espera, el oficialismo espera que el pueblo acompañe su gestión, ya que más o menos le están pegando una lavadita de cara a la ciudad (en su mayoría obras de Provincia) pero mientras tanto, al filo de la elección (momentos en que los vecinos capturaron el estado de las calles) cada ciudadano debe sortear varios obstáculos para dirigirse a su lugar de sufragio.