A través de sus redes sociales, la vecina Marianela Otero relató un abuso sufrido hace 20 años por parte de quien era el novio de su hermana.

El hecho ocurrió cuando la víctima tenía 7 años.

Aquí el relato:

“Soy Marianela Otero, de Chascomús, tengo 29 años y hoy, después de 20 años (aprox) me animo a contar mi historia...

Entre mis 7 y 8 años de edad, Orlando (en su relato da el nombre completo), quien en ese momento era el novio de mi hermana abusó de mí.

Era habitual que compartiera momentos de juego con él, en esa mentalidad de niña inocente lo veía como un súper héroe, alguien a quien quería y admiraba mucho.

Hasta que un día, mi hermana fue a preparar el almuerzo para que yo fuera a la escuela y debió ir al almacén a comprar lo que le faltaba. En ese momento me encontraba jugando a las cartas en la cama de mis papás (que no estaban).

Al irse ella, Orlando vino a la habitación "a jugar conmigo", pero no sucedió eso, él se tiró encima mío y abusó de mí. Yo, totalmente indefensa, con mis 7 años no pude hacer nada para sacármelo de encima y evitar esa situación que me marcó por el resto de mi vida.

En el momento que llega mi hermana, él se levantó y me dijo: "vos no vas a decir nada" y eso fue una sentencia para mí. No lograba entender la avalancha que acababa de arrasarme.

Recién cuando él dejó de formar parte de mi familia logré un día, entre juegos, contárselo a 2 primas con las que jugaba diariamente. Ellas me aconsejaron que hablara con mi mamá.

Un día, después de haberme imaginado cientos de veces contándoselo, me animé ¡Me creyó!

Pero en ese momento no se recurrió a la justicia para exponerlo.

Hoy en día, necesito dejar de ser su víctima, dejar de ser mi propia culpable, reivindicarme, poder sacar ese peso que llevo en mis hombros desde hace 20 años, y tenderle un puente a todas aquellas mujeres que podrían haber sufrido un abuso de él, no sé cuántas, no sé si soy la única.

Es muy difícil animarse a contar un abuso o violación, más aún cuando el mayor porcentaje ocurre dentro del seno familiar, como ocurrió en mi caso.

Hoy las mujeres decimos "ya no nos callamos más", "Yo no me calló más".