Tarde de martes. Esquina de Castelli y Avenida Lastra, a pocos metros de la Clínica.

Una vez más, el “no me importa el otro” se hace presente en un lugar clave de la ciudad. Y aunque el lugar no fuera ese, el egoísmo de los que manejan sin importarle el prójimo hacen que estas situaciones las veamos varias veces al día.

En la jornada vimos un publicidad que mostraba una pareja que se dirigía rápidamente al hospital porque la mujer estaba por tener familia. En ese viaje, el marido respetaba todas las señales de tránsito, llámese dejar pasar al otro si le correspondía, los semáforos en rojo, el lugar dónde estacionar y cómo estacionar en la puerta del nosocomio.

Y el cierre de esta publicidad rezaba algo como esto “todos tenemos un motivo por el cual llegar rápido, pero siempre respetando las reglas de tránsito”.

Lamentablemente, Chascomús parece estar muy lejos de esto.

Hace poco publicábamos lo que sucedía en calle Jorge Newbery, en algo que sigue sucediendo en cada jornada.

Debemos rendir varias materias para recibirnos de ciudadanos y mientras no sepamos respetar al otro, la carrera está perdida por varios cuerpos.