A veces, la política excede a la política propiamente dicha y casi como cachetazo a los dirigentes de raza, llega para darle aire fresco, una bocanada de esperanza a la sociedad o simplemente entender lo que los vecinos quieren y sabe expresar lo que él quiere.
Será que cuando “varios” lo llamaron, lo invitaron a sumarse a sus espacios, le ofrecieron cargos y otros beneficios él se mantuvo firme en sus convicciones y espero el momento.
El que le dijo que “no” al aparato radical, “no” al oficialismo local y que a la hora de sumar aceptó e invitó a los radicales del RUPA y al espacio FE.
Se decía en principio que venía a construir, que si los números no acompañaban, igualmente el espacio buscaba fortalecerse para el 2019.
Se decía que no iba a poder contra una estructura armada de años y con tantas batallas.
Pero él siguió, se agarraba de la mano a su compañera de fórmula, Sole, y se caminaban la vida, golpeaban cuanta puerta se les cruzaba y en el lugar en donde veían un centímetro de luz ellos iban a contar su propuesta.
Y la gente los entendió, la gente los recibió, por esas cosas que a veces tiene la gente, de querer llevar a alguien al poder político que sea gente, y eso hay que hacérselo sentir a la gente, hay que mostrarle que uno es un par y que cuando suba no se va a olvidar de ellos.
Ramiro Ferrante y Soledad Nivio se ganaron la confianza de la gente, algo que a esta altura es impagable y pocos consiguen.
Para Ramiro y Soledad se avecinan años de mucha exposición, de mucho compromiso y de devolverle a la gente la confianza que la gente les dio.
Para Ramiro y Soledad se vienen buenos momentos y la gente espera que así sea.