En la ciudad de Maipú, se vivió una situación de película en donde el cura Enrique Navarro León, a cargo de la parroquia Nuestra Señora del Rosario desapareció y fue acusado de “haberse fugado con dinero de un vecino”.
Los encargados de realizar las tareas de limpieza en la iglesia fueron los primeros que alertaron acerca de su ausencia e intentaron contactarse telefónicamente. Pero no pudieron concretarlo: el párroco dejó de contestar mensajes y llamados.
En medio de todo tipo de especulaciones, el obispo de Chascomús, Carlos Malfa, explicó que Navarro León, de 58 años, podría haber dejado la Argentina y regresado a su diócesis originaria en Venezuela, debido a una presunta deuda con un vecino del lugar.
En un comunicado que se emitió este domingo a la noche, el titular de la diócesis de Chascomús indicó que antes de que el cura desapareciera, el pasado 7 de junio, había sido informado sobre “una situación económica creada” entre él y “una respetable persona de la comunidad” de Maipú.
“Si bien la situación no involucra ni a la comunidad parroquial ni al Obispado, juzgué necesario intervenir en una especie de mediación para escuchar a las partes y buscar una justa solución”, precisó Malfa.
Tras varios días, el cura de Maipú, desde Venezuela, dio su discurso sobre lo ocurrido en Maipú y su “desaparición”, en donde denunció serias amenazas a su persona por ser “venezolano”. Se expresó dolido por las manifestaciones públicas y el trato que recibió de algunos vecinos de Maipú como también del escaso apoyo que recibió del Obispo Malfa, toda vez que le hacía llegar sus observaciones, a quien acusó de xenófobo, violento y discriminatorio.