Días atrás, el juez de faltas, Juan José Melani, brindó declaraciones hablando sobre algunos alcances de su función.

En uno de los temas más espinosos de los últimos días, el que incumbe a la moto de Jésica Costa que desapareció de los depósitos municipales, el propio Melani es quien firma una nota donde la manda a retirar del lugar donde se “guardan” los vehículos secuestrados y confirma el hecho.

E indicó que “esta persona que fue infraccionada no es la que realmente aparece en la documentación de la moto” (tema que ya se sabe y los papeles lo demuestran) pero a su vez aclaró que “se hizo la correspondiente falta ante la imprudencia y la damnificada se encuentra pagando en cuotas la multa”.

Agregó además que “hoy el tema es trabajado por el área legal de la comuna”.

En síntesis, no brindó ninguna solución, sólo esgrimió palabras al aire sin hacer el “mea culpa” que les corresponde que es, ni más ni menos, que el de hacer desaparecer por arte de magia una moto de un depósito municipal.

Entre otras apreciaciones, el juez de faltas dijo “hemos judicializado el Juzgado, ya que la gente al informarse más, ha llevado a que este se jerarquice”.

Y finalizó diciendo que “este Gobierno lo que hizo fue tomar la decisión de sancionar”, cuestión que no era necesaria explicar, aunque sí sería bueno que las sanciones, si son aceptadas y “pagadas” por el ciudadano, lo menos que podrían hacer es luego entregar el vehículo sancionado, entre algunos de los ítems a mejorar.