Desde varios sectores se instaló que las nuevas macetas de la bajadita fueron destrozadas por “vecinos que no respetan nada”.
Pero la verdad, que fue presenciada por clientes y trabajadores de un restaurant que está justo enfrente, da cuenta que en realidad fueron explotando y rajándose por el calor.
Hablando con algunos expertos en la materia, explicaron: “lo que pasa es que esas macetas, que no son de mucho grosor, el calor que les pasa desde el asfalto y las termina rajando, deberían haber hecho una especie de deck o algo abajo”.
Lo cierto, es que lo que no nos gusta, es que se trate de acusar a supuestos vecinos vándalos cuando en realidad, por los comentarios recibidos, se rajaron y rompieron por efecto del calor.