SALTO, Junio 11 (www.SaltoCiudad.com.ar) Al cumplirse el tercer aniversario del fallecimiento del Padre Posé Caramán, el pueblo de Salto lo recuerda con nostalgia y agradecimiento ante su valiosa labor como sacerdote.
Cuarenta y dos años al frente una parroquia no es poca cosa, y menos en una ciudad que constantemente va creciendo no solo en sus habitantes sino en sus demandas y reclamos. Los fieles, que se acercaban día a día a la parroquia San Pablo a escuchar al Padre José, como lo llamaban, este 11 de junio no se levantaron como en cualquier ocasión.
“Él era el Padre José, fanático de Boca, extrovertido, renegado ante ciertas cosas pero una persona que no se ve muy a menudo, transmitía ante cada frase una paz interior que no todos logran y sumado a eso, realizaba una incasable labor para estar con todos y cada uno de los que necesitaban de su prédica”, comentaron quienes lo conocían al hablar de él.
Allá por el año 1963, quizás sabiendo que un día llegaría el momento de partir, usó su capacidad literaria para narrar un poema acerca de su muerte. Casualidades de la vida inmortalizaron ese escrito tras su partida, dejando en el inconsciente colectivo aquella obra que aún hoy, despierta la emoción de más de un saltense.
“No se puede explicar con palabras como era José, había que conocerlo y sentir su ángel. Él estaba siempre al pie del cañón para cuando se lo necesitara. Nunca decía que no a nada que tenga que ver con ayudar a la ciudad, ahora, cuando se enojaba, ahí sí que había que temerle”, comentaron entre risas sus amigos.
De esta manera y con este sentimiento nostálgico y de orgullo, los diferentes medios como así también la comuna en general, recuerdan a ese personaje, nacido en la colonia el Rincón, que sin pedir nada a cambio dejó su huella en la comuna.
No fue médico pero curó a más de uno; no hizo política pero enseñó y guió muchas veces a la ciudad; tampoco luchó por hacerse notar, pero sin querer lo consiguió. José solo era el párroco de la Iglesia San Pablo, el que siempre estaba y al que todos querían escuchar. Cuánta falta nos haría un José en estos tiempos… Hasta siempre Padre Caramán. (www.SaltoCiudad.com.ar)