En lo que fue un accidente trágico y doloroso para toda la ciudad de Chascomús, hace casi un año perdían la vida Marceo Larrarte  (18) y días después Cristian “Gauchito” Rodríguez.

La imprudencia de un menor dejó el saldo fatal de dos vidas jóvenes y una consternación en la ciudad que hoy por hoy sigue lamentando la pérdida de estas vidas, pero aún más la falta de justicia en estos casos que son reiterados en nuestro medio.

Recordamos que el siniestro se produjo en la intersección de Costanera y Dolores, cuando colisionaron dos motos, una conducida por Larrarte y otra por el menor de edad, situación que terminó con la vida de Rodríguez, quien estaba sentado en la plazoleta disfrutando de la noche con sus amigos.

Sin tener absolutamente nada que ver, el ‘Gauchito’ fue golpeado por el vehículo que conducía el menor de edad, lo que le provocó heridas de gravedad que no pudo revertir a pesar de los esfuerzos médicos y falleció días después en el Sanatorio Argentino de la ciudad de La Plata.

En aquella fatídica noche de febrero, cerca de las 23.45 un menor de 16 años manejaba una moto en sentido del espigón de pesca hacia la calle Mitre y venía realizando “willy” a alta velocidad, lo que fue determinante para que se produzca el accidente y la muerte de estos dos jóvenes.

Al concurrir personal policial las motos habían sido retiradas del lugar, una de ellas por los allegados de la víctima fatal y la otra por el menor, quien ya no se encontraba en el lugar, y de quien más tarde se pudo establecer que tenía un golpe leve sobre un ojo.

Los moto vehículos intervinientes fueron entregados a la policía, siendo una de las motos una Yamaha XTZ 125 cc, en la que circulaba el menor, y la otra una Titán en la que se trasladaba Larrarte, estableciéndose luego que circulaba en sentido contrario a la primera, por lo que la colisión fue de frente.

En aquel momento las actuaciones fueron caratuladas como “homicidio culposo, lesiones graves culposas y lesiones por accidente" con intervención de la Fiscalía de Menores de Dolores, a cargo de la doctor Mónica Ferré, aunque aún se espera algún resultado sobre la causa que terminó abruptamente con la vida de estos jóvenes y dejó a familiares y amigos destrozados por la irreparable pérdida.

En un homenaje lleno de dolor, los familiares pintaron una estrella en el lugar del accidente para que siga vivo el espíritu del ‘Gauchito’, recordado por todos y olvidado por algunos.