Pasa en todas partes, pasa en Chascomús y la sociedad está llegando a un hartazgo pocas veces visto. 

Este caso se trata de una joven chascomunense, que desde hace meses radicó una denuncia por golpes y agresiones reiteradas contra quien era su novio en aquel entonces.

Además de la denuncia, existe una restricción de acercamiento del golpeador para con la joven a una distancia mayor a 200 metros.

Pero, como si nada de eso sirviera, y la realidad es que es así, el joven la sigue hostigando a ella y su familia.

Días atrás, la persiguió cuando iba en su moto y en la puerta de la casa la agredió.

Ante estos hechos reiterados, ya que no es el primero, el padre de la joven optó por hacer lo que la gran mayoría haría: tratar de frenar esta ola de agresiones por mano propia ante la ceguera y la inoperancia de todas las fuerzas que lo deberían hacer.

Que no es la manera correcta, seguramente, pero cualquier padre que ve reiteradas agresiones para con su hija se cansa, se agota, no da más, no descansa, no puede seguir con su vida normalmente y busca una manera de solucionarlo.

Ahora bien, como lamentablemente pasa, los delincuentes, los golpeadores y demás tienen más beneficios que los vecinos de a pie.

Y este hombre, junto a su familia fue allanado en su vivienda, esposado y viendo como su  esposa y su nena de apenas 6 años era tirada al piso como si fuera una delincuente.

Para que todas estas situaciones no ocurran LAJUSTICIA, LA POLICIA, EL GAD, LA COMISARÍA DE LA MUJER y todos los encargados de brindarle seguridad a la gente deberían poner lo que hay poner y encerrar a quien lo merece y no seguir haciendo PAPELONES con gente laburadora, de bien y que sufre por ver como su hija es víctima de un golpeador.

La gente se cansa y hace cosas desesperadas por el bien de su familia, sáquense las vendas de los ojos, bajen a la realidad, analicen los casos y actúen como deben actuar: Fuerzas de seguridad para la gente de bien, justicia para la gente de bien y no mamarrachos que defienden a los delincuentes.