Una de las principales causas de la aparición de monóxido de carbono suele ser el mal estado de los artefactos a gas o sus instalaciones por lo que es fundamental realizar un control previo al uso para detectar problemas en los conductos de evacuación de los gases de combustión.
La instalación de artefactos a gas en lugares inadecuados o insuficiente ventilación de los ambientes puede llevar a trastornos irreversibles en la salud.
Es importante tener en cuenta que las hornallas y los hornos no deben usarse para calefaccionar y se debe mantener las hornallas de la cocina limpias de líquidos y alimentos porque eso obstruye los quemadores y genera una mala combustión.
Los artefactos de gas instalados en baños o dormitorios sólo deben ser de tiro balanceado y siempre se debe dejar una rendija abierta; es importante que haya circulación libre de aire desde el exterior.
La intoxicación por monóxido de carbono se manifiesta con: cefalea, mareos, cansancio y fatiga, sueño excesivo, náuseas y vómitos, convulsiones, entre otros.
Ante la presencia de uno o varios de estos síntomas se debe abrir puertas y ventanas para la entrada de aire fresco, apagar los artefactos y concurrir al centro de salud más cercano o comunicarse a la línea 103, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, donde se centralizan los llamados para agilizar las respuestas a los vecinos.