Día tras día nos desayunamos con cuatro o cinco accidentes de tránsito en la ciudad (cuando no son más) y en cada lugar al que vamos la frase es la misma: “viste el palo que se pusieron en…”, “que querés, si andan como locos”.

En la mayoría de los casos, hay que lamentar quebraduras, raspones y milagrosamente, en otros, nadie sale herido.

Campañas en colegios, semáforos, lomos de burro, controles varios y varios intentos más han sucumbido ante el “yo manejo como quiero” que implementan varios vecinos o el “si aquel no respeta nada, yo tampoco”.

Y no nos damos cuenta que, aunque sea con pequeños gestos podemos llegar a cambiar el “transitar” de manera más segura por nuestras calles y veredas y hasta generar el respeto que muchas veces no nos tenemos unos a otros.

Y la culpa no es de algún funcionario o algo por el estilo, es de todos. Del que se sube a una bici, a una moto, el que maneja un auto, un camión y hasta del peatón.

Todos colaboramos en que el tránsito de la ciudad sea un caos y cada día haya que lamentar varios heridos por accidentes en las calles de Chascomús.

No se respeta la derecha, no se sabe esperar en el paso de una rotonda, queremos que el otro frene y si no es así no reparamos en largar insultos al aire, bocinazos y hasta en los perores casos, persecuciones para poder insultar cara a cara.

Los propios chascomunenses deberemos tomar conciencia de esto y dejar de mirar para el costado, dejar de pensar que el otro es el que debe hacer algo o cambiar y no uno mismo.

Porque está claro que, si de a uno empezamos a cambiar nuestras formas y respetamos las leyes de tránsito y no nuestras propias “interpretaciones” de cómo se debe conducir o manejar, la cosa va a mejorar y todos podremos andar más tranquilos por la calle.