El análisis político de la semana

¿En un año Chascomús tendrá nuevo intendente?

365 Días.
365 Días.
Javier Gastón.
Javier Gastón.

Por Nelson Dafoe

En aproximadamente 365 días, en Chascomús, jurará un nuevo intendente municipal, ¿será así o tendremos un nuevo mandato de la administración Javier Gastón? Veamos.

La política lagunera tiene por estos días algo así como una Pax Romana, para algún otro, en cada partido político están preparando sus estrategias, aunque algunos sectores parecen no tenerla, o en todo caso, disimulan muy bien su ausencia.

El oficialismo municipal atraviesa indistintamente frentes de tormentas, calmas chichas y primaveras, eso, es el precio de gobernar, algo que Unidad por Chascomús ha debido aprender, casi a los golpes.

Por estos días, al cumplirse tres años desde que asumiera la gestión de Cambiemos a nivel nacional y provincial, no fueron pocos los que hicieron un balance, lo curioso es que todavía nadie hizo lo propio con el gobierno local.

Con algo de benevolencia y buena predisposición, podría decirse que la administración Gastón ha sido discretamente aceptable.

Han sido tres años duros, en un contexto económico adverso, “Los Verdes” abrieron por momentos varios frentes simultáneamente, con los profesionales de la CICOP, con algunos sectores rurales, en el corralón municipal o ahora con los comerciantes de Libres del Sur, por citar algunos casos.

“Los radicales dejaron un verdadero caos en la estructura municipal, detrás de cada puerta que abríamos nos encontrábamos con un kiosco”, graficaba un alto funcionario municipal.

Sin embargo, no hace falta ser un especialista en gestión municipal para evaluar que la posibilidad de doce años de kirchnerismo permitió reinventar ciudades enteras, Chascomús por inoperancia, desidia, ignorancia, o soberbia, no se subió a ese tren.

Hoy, con muy poco entonces, parece que se hace mucho.

El oficialismo no ha podido (o no ha aquerido) durante estos tres años de gestión, generar un reemplazo a Javier Gastón.

Su candidatura es una breva a punto, ya nadie duda de ello, aunque todos se preguntan quienes lo acompañaran en su segundo mandato y cuál sería la hipotética lista de concejales.

¿Habrá una reedición de acuerdos con sectores del peronismo? Algunos arriesgan que esa base se ampliaría con sectores desencantados del kirchnerismo.

El verdadero debate interno se viene en UxCH, nadie discute la reelección del intendente, pero nadie sabe a ciencia cierta si lo harán con la papeleta de Sergio Massa, o tal vez, podría desempolvarse una vieja propuesta por parte de María Eugenia Vidal.

En ese contexto, los nubarrones en el radicalismo toman forma de tormenta, el desgaste de 25 años de gobierno fue brutal, por estos días se renovaron las autoridades del Comité, José Maffeo, un filo milico con algún grado de frustración en el tema, es su nuevo presidente.

Los radicales laguneros siguen todavía en un mar de contradicciones, su habitual apetito voraz para ocupar cargos públicos, debilidad que el macrismo supo explotar hasta el hartazgo, contrasta con su hipócrita metodología de “criticar” a Cambiemos.

Básicamente es la vieja metodología de “putear” por izquierda y cobrar por derecha, no son exclusivos en ello, algunos sectores del kirchnerismo local han copiado esa maña.

La conflictiva relación con Ramiro Ferrante, los deseos por ahora inconfesables de Osvaldo “El Pollo” Casalins, para una candidatura a intendente, conducen a una disputa de poder por el sello de Cambiemos y los deja en un escenario complejo, aunque falta lo peor, si Javier Gastón decidiera pegar el salto, entonces el caos seria total.

El peronismo protokirchnerista no deja de perder caudal electoral y político, al menos en Chascomús. El rejunte y las diferencias internas son tantas que amenazan con un efecto ARA San Juan, sumergirse a tal profundidad que le impida salir a flote, para finalmente implosionar.

Como le gusta parafrasear a Jorge Asís respecto al macrismo, en buena parte de peronismo vernáculo se afirma que Gabriel Macchi, chocó la calesita.

En rigor a la verdad, el “Gaby de la Gente”, nunca tuvo vocación ni supo conducir un proceso político que posibilitara al peronismo, en cualquiera de sus formas o expresiones, volver a pensar seriamente en ser gobierno local.

Su única prioridad ha sido durante estos años mejorar su posición personal, dejando correr agua debajo del puente, el reflejo de ello es un espacio demasiado ecléctico, donde kioscos y quintitas satisfacen las mentes siempre escasas de proyectos de poder.

Hasta hace no poco, todo hacía suponer que una nueva candidatura suya, aunque electoralmente ya muy devaluada, era una obviedad, sin rivales a la vista y con cielo despejado. Le informo estimado lector, que hay novedades al respecto.

Los Francese han tenido la habilidad de conformar una verdadera cooperativa familiar, algunos le dicen “La Coope”, verdadero tanque de conspiraciones, operaciones y soporte para “sostenerse” en el tiempo.

Su patriarca, Juan Domingo Francese “Petite”, nunca ha mostrado demasiadas virtudes para sostener y/o respetar acuerdos, esta altura nadie sabe con precisión si Ana, su hija y concejal, hace honor a esa particularidad o simplemente mantiene cierta “independencia de estilo”, pero lo cierto es que en un tiempo, no muy lejano, estaría anunciando su pre-candidatura a Intendenta.

No dejaría de ser aire fresco, en un espacio que ya agotó buena parte de su capital político.

Ana Francese.
Ana Francese.

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