La directora de la Escuela Normal, María Cristina González, fue la encargada de reflejar en un comunicado a los medios la desesperante situación en la que se encuentra el edificio de dicha escuela sobre la Avenida Alfonsín y Artigas.

“Como directora de esta prestigiosa institución no puedo callar ni ocultar las profundas falencias estructurales que nos impiden desarrollar las clases con cierta normalidad. Tenemos cuatro salones imposibles de usar, se llueve, la humedad es espantosa, las paredes se electrifican y por supuesto se corta la luz del sector. La batería de baños de primaria y ciclo básico casi no se pueden usar”, expresó González.

Que luego agrega en su escrito: “si bien el Consejo Escolar nos comprende, están atados de manos. No hay plata. Necesitamos del apoyo y colaboración de toda la comunidad educativa, que es mucha. En abril del próximo año la escuela cumple 100 años más cinco de su gestación”.

El pedido de la directora, sin duda alguna, muestra los serios problemas con que cuenta el edificio y la peligrosidad para los alumnos.

Esperemos que las autoridades pertinentes tomen cartas en el asunto y le den la celeridad que el caso merece y las soluciones se hagan efectivas en el corto plazo.