Concejo Deliberante

El relato de Gastón

El intendente municipal Javier Gastón dio inicio este lunes al período 2017 de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, justo en un recinto que últimamente no lo está tratando para nada bien.

Con un discurso extremadamente largo, casi dos horas de disertación, el hombre de Unidad por Chascomús habló de todo y de todos, bien y mal, y sobre todo dejó sobrevolando la idea de que estos 16 meses bajo su gestión son los mejores que ha vivido la ciudad de Chascomús.

Justo en este momento, en el que se conoció la baja de cuatro empleados municipales, y que los gremios lucharán para su reincorporación, Gastón comenzó hablando de la gran labor de la oficina de Recursos Humanos y de cómo cambió la forma de trabajo de los estatales de nuestro medio. “Ya no es como antes, tienen ropa  nueva, cobran en tiempo y forma (no como en la gestión anterior) y trabajan felices”, dijo.

Luego llegó el momento de la seguridad, de los controles de tránsito y precisó que a las “más de 70 cámaras que hay en la actualidad pronto serán más de 100” y que según el propio Gastón “dan más seguridad a los vecinos, se esclarecieron varios casos y se previnieron otros”, datos que sería bueno conocer.

Destacó la labor de la Cultura “celebrando un carnaval infantil como hacía años no tenía la ciudad y una agenda teatral de gran nivel”. El deporte tuvo su lugar al igual que la “dedicación que se le está dando a los adultos mayores, mejorando sus condiciones de vida y retrasando su ingreso a los institutos de mayores”.

Las obras tuvieron su lugar al hablar de que “estamos usando el dinero para hacer obras que mejoren las condiciones de vida, casi todas bajo tierra, y no como harían otros que dedicarían ese dinero a otras que se vean sin importarles la mejora en la calidad de vida de los vecinos” de la mano de estas tareas, destacó las adquisiciones de maquinaria como el arreglo de otras que ya existían y estaban arrumbadas en los galpones.

Hubo aplausos, sobre todo cuando Gastón habló de la salud y dijo que “la sala de pediatría se va a hacer antes de fin de año, para que sea una realidad y deje de ser una mancha. Agregamos el número de médicos residentes y las especialidades, además de extender la atención de la farmacia en el Hospital, que también lo hará sábados y domingos, para cuando los pacientes no posean sus medicamentos”.

En reiteradas ocasiones se encargó de, en sus propias caras, decirles a los concejales que el Ejecutivo trabaja “sin presupuesto y sin fiscal impositiva” lo que estaría atrasando la ejecución y/o programación de más obras para la ciudad.

El intendente cerró con el “compromiso de seguir trabajando por el bien de todos los chascomunenses, que las diferencias solo sean parte de la campaña electoral, demostrando que los políticos son capaces de trabajar juntos, los invito a sumarse para tener el Chascomús que queremos, un lugar mucho mejor para todos”.

Mucho de verdad y bastante de autobombo, parece ser la síntesis perfecta del discurso del intendente en un año electoral clave para su gestión, sobre todo para saber que piensa el pueblo a través de las urnas de sus primeros años al frente del Ejecutivo.

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