El importante robo que sufrió el Museo Pampeano de Chascomús en la semana, parece no ser un simple robo de los que por día contamos en la ciudad.
Aquí, más allá de algunos errores garrafales por parte de los ladrones, pareciera que había un objetivo central y elementos “vendidos en el mercado negro” de antemano.
Saber qué vitrinas romper, saber qué elementos robar, tener la noción de cuáles son los demás valor y cuáles son los más buscados por “coleccionistas” que saben que algunas cosas solamente se pueden obtener por parte de este tipo de robos.
Será verdad, que como dicen varios de los que andan en el tema, este robo estaba programado desde el 4 de octubre. Que sin duda alguna el objeto buscado era el sable del General Lavalle, que aún no aparece a pesar de la intensa búsqueda, y que la realidad indica que va a ser difícil que se lo encuentre.
Un sable original, qué, a esta altura, se hace casi imposible saber lo que se pagaría por una reliquia de este tipo y hasta de donde puede ser el interesado, que no habría que quedarse solamente en un comprador que resida en el país.
Cuentan los que estuvieron allí, que la imagen a eso de las 5 de la madrugada era desoladora, vitrinas destrozadas, sangre desparramada por todas partes, reliquias de gran valor tiradas, algunas rotas, una escena dantesca.
Uno de los dos malvivientes se olvidó su teléfono celular en el lugar, y al llamar, la que atendió fue su esposa, que informó que no estaba en su casa y dio el nombre de quién era el propietario. De allí fue que partió la búsqueda de estos delincuentes, ya sabiendo quién era uno de ellos.
Los autores del robo fueron encontrados al borde de la laguna, ya que se introdujeron en la misma para lavar sus brazos. Al momento de ser detenidos todavía perdían mucha sangre y tras los primeros auxilios recibidos, quedaron detenidos en la comisaría local.
Surgen preguntas elementales tras este hecho ¿Las cámaras de seguridad? ¿El centro de monitoreo? ¿Alguien está monitoreando las cámaras? ¿Alguien tiene un plan para darle algo de seguridad a los chascomunenses? ¿A alguien le interesa el cuidado de los monumentos y edificios históricos de Chascomús?
A todo esto, el Museo sigue siendo desprovisto de elementos de gran valor histórico, a pesar de los esfuerzos parece estar más vulnerable que nunca, y por otra parte, la seguridad en la ciudad parece ser una tarea difícil de paliar y mientras tanto, siguen prometiendo que la policía local, el nuevo centro de monitoreo y otras yerbas más vendrán a darle a Chascomús una “solución mágica” muy poco creíble a corto plazo.