SALTO, Abril 04 (Por Ruben Morello, especial para SaltoCiudad.com) La denuncia la realizó Ricardo Daniel Elías, como propietario de la firma Martín Elías S.R.L., distribuidora con depósitos en calle Rivadavia 267, que autor o autores ignorados había ingresado por una claraboya de un techo del primer piso, que encontraron violentada, con evidentes fines de robo.
Todo hace presumir que este robo no habría sido realizado por los mismos malvivientes que cometieron los últimos ilícitos, porque por algunos datos que conocemos y que obviamente no se debe divulgar, nos muestran la labor de rateros improvisados que solo llevaron la suma de $ 1.900.- en cambio de billetes de 2, 5 y 10 pesos, descartando elementos de valor y algo más de dinero efectivo que se hallaba en otros lugares.
Pero la impunidad manifiesta conque actuaron los autores de los robos recientes, que aún no han sido descubiertos, hace que otros se animen a imitarlos y se sigan produciendo hechos que muestran la desprotección en que vivimos.
Comentando otro hecho ocurrido en nuestra ciudad hacíamos hincapié en que les compete a las autoridades, al Intendente Municipal, al Jefe Distrital de Policía y a todas las fuerzas vivas de Salto, solicitar la ayuda correspondiente ayuda para revertir esta constante de inseguridad que se va incrementando sensiblemente.
La población lo exige y la población, aunque es una obligación del las esferas del gobierno darnos la protección y la seguridad, está dispuesta a colaborar (lo ha hecho para otros fines altruistas con gran entusiasmo y seguro lo hará cuando se trate de defender nuestras vidas y hogares).
Hace un tiempo un proyecto de cámaras de seguridad que cubrirían la planta urbana, se cajoneó con el traslado del funcionario que lo impulsaba. Desde ese entonces nadie hizo fuerza por continuar con los planes que contaban con el consenso de la Cámara de Comercio y numerosos vecinos.
¿No son más costosos los robos y daños a la propiedad que lo que valen equipos y mantenimiento de estos equipos?
Y cuanto más tiempo transcurra, más osados se vuelven los malvivientes y más difícil va a resultar ponerle fin a esa clase de delitos. (www.SaltoCiudad.com)