Por Ramiro Ferrante 

En vísperas de celebrarse un nuevo aniversario de la fundación de nuestra ciudad, creo importante detenernos a reflexionar en torno a una extensa y rica historia en común que nos une como comunidad desde tiempos del Virreinato del Río de la Plata.

Una historia que se enhebra con satisfacciones tan nuestras como sabernos propietarios de los más lindos atardeceres y de las medialunas más ricas de todo el país, o de tener el profundo honor de que nos identifiquen con el poeta Baldomero Fernández Moreno y con Don Raúl, el “padre de la democracia”. Una historia de pujanza, expansión y desarrollo permanente, siempre con el campo como motor de crecimiento y con nuestra laguna como emblema y atractivo turístico, que hoy nos convoca a repensarnos en retrospectiva, y también a establecer algunas metas y desafíos de cara a los años venideros.

La primera, indudablemente, es la habitacional. Según los datos del último censo, Chascomús aumentó su población en aproximadamente 10.000 habitantes con relación al estudio demográfico del año 2010 (que incluía en ese momento a Lezama), un fenómeno migratorio que se terminó de afianzar durante la pandemia y que tiene estrecha relación con la búsqueda de mejores condiciones de vida, las nuevas tendencias en materia de teletrabajo y la conectividad con los grandes centros urbanos.

No es una explicación lineal, pero a partir del crecimiento poblacional antes descrito y de un notorio empeoramiento de las variables económicas en nuestro país, sabemos que existe en Chascomús una demanda habitacional insatisfecha tanto para quienes desean alquilar, como también para los que sueñan con la vivienda propia. Resulta paradójico que el barrio que se construyó en el marco del último gran plan de viviendas llevado adelante en Chascomús, hace ya 15 años, lleve como denominación la fecha aniversario que hoy motiva estas líneas conmemorativas.

Hace tiempo que en nuestra ciudad las soluciones habitacionales son paliativas, se diluyen en promesas e incumplimientos. Prueba de ello es la subejecución de fondos recibidos por parte de la administración Gastón para la realización de 16 viviendas durante el ejercicio 2022: sobre un adelanto de $136.608.826,38 se ejecutaron apenas $38.984.594,69. A esto se le suma la desinversión en el barrio Cooperativa por un Techo Propio II, y el hostigamiento permanente a los vecinos y vecinas que, legítimamente, desean poder construir.

El crecimiento demográfico antes mencionado nos lleva al segundo desafío, quizás el que exige una mirada más integral y propositiva para quienes ejercemos funciones públicas: la escala de ciudad y la urbanización.

Yo elijo creer que Chascomús puede convivir con los nuevos desafíos regionales si logramos proyectarnos hacia el futuro desde nuestros pilares fundacionales, administrando con orden y planificación el incesante crecimiento de nuestra  comunidad, con servicios públicos a la altura de las nuevas demandas, con descentralización y proximidad, con emprendimientos turísticos y productivos sustentables, sin perder nunca de vista nuestra identidad lagunera, nuestros valores solidarios, lo que nos sigue haciendo diferentes.

Feliz cumpleaños, querido Chascomús. Orgullosamente chascomunenses.