Se veía venir

Crónica de un cierre anunciado

Atalaya Escalinatas.
Atalaya Escalinatas.

Desde hace meses, por no decir años, el tradicional parador “Atalaya Escalinatas” había empezado a perder terreno con respecto a sus competidores directos. Ya sean los ubicados en la propia costanera o los que ofrecían algo similar en la zona céntrica.

Muchos se quejaban de precios excesivos, otros de mala atención y ni siquiera el turismo se sentía seducido por la marca de las “medialunas”. Este corolario de causas tuvieron su lógica consecuencia, el parador cierra sus puertas.

Esto se supo al rescindir el contrato que mantenía con la Municipalidad por el predio, lugar que ya era mítico y que durante años fue ícono de la laguna chascomunense.

Lo cierto es que la empresa en los últimos años también ha sufrido varios cambios y algunos malos manejos de parte del directorio hicieron que la empresa comenzará a tener inconvenientes.

No hay que olvidarse de los sueldos que se pagaban desdoblados, de las deudas con el aporte de los empleados, atrasos en otros pagos similares y otras cuestiones más fueron desgastando lo que en una época parecía ser una “mina de oro”.

Si bien Atalaya se sigue expandiendo, en algunos casos no han acertado con el lugar y esas concesiones parecieran correr el mismo destino que Escalinatas.

Hay que destacar que los dos locales de la Autovía 2, en el kilómetro 113 mano a Mar del Plata y mano a Buenos Aires siguen siendo el pulmón del imperio y será cuestión de los nuevos integrantes del directorio saber manejar bien la empresa, dejando de lado temas personales y bregar por una continuidad prolija y sobre todo cuidando los puestos de trabajo de tantas familias chascomunenses.

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